Historia

El Proyecto Gea nació en una casa a las afueras de Cerdanyola, en pleno confinamiento.


Gea, hija de Ares y Jorge, había nacido y muerto apenas un mes antes y Ares se estaba tatuando el pececito que representaba a la pequeña, junto a los que ya tenía tatuados por su familia. 


Ese tatuaje marcó un antes y un después. Llevarlo en la piel le dio una paz que no sabía cómo explicar. Era darle presencia y un lugar en este plano a un bebé que no estaba junto a ellos. Hablando con Jorge, decidieron crear un proyecto con su nombre con el que regalarían el trabajo de Ares a todas aquellas familias que quisieran llevar a su bebé fallecido en la piel.

Desde 2020 han pasado por el estudio Tatuajes Hechos con Amor más de 300 familias, y han sido acompañadas durante todo el proceso con mucho cariño y atención. Todos los tatuajes que se realizan en el estudio tienen una magia especial, pero los del proyecto brillan por si solos. Representados como dicta el corazón de quien los va a llevar, los bebés son representados desde limoncitos hasta estrellas, pasando por imágenes de despedidas.


En el año 2020 los caminos de Ares e Iria se unieron para nunca más separarse. Iria es madre de cuatro bebés pero solo dos de ellos están a su lado. Siendo doula y asesora de lactancia pronto empezaron a pensar cómo llevar el amor que sentían por las familias que han pasado o pasarán un duelo gestacional o neonatal, junto a Jorge como apoyo indispensable para tratar directamente con las personas no gestantes.


Así nació la ampliación del proyecto Gea, el acompañamiento a los primeros momentos de diagnósticos inciertos y complicados o duelo para que las familias puedan iniciar el proceso de la mejor manera posible, despidiéndose o gestionándolo con amor y transitando la tempestad que tienen por delante hasta que empiece a salir el sol.

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